ener un jamón ibérico en casa es un lujo, pero para disfrutarlo al máximo, es esencial conservarlo correctamente. Lo primero es colocarlo en un jamonero en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa. Cubrirlo con un paño limpio ayudará a mantener su frescura tras cada corte.
Al momento de degustarlo, es importante utilizar un cuchillo adecuado y realizar lonchas finas que resalten su textura y sabor. Acompañar el jamón con un buen vino tinto o una copa de fino es ideal para potenciar su aroma y matices.
El jamón ibérico no solo es un alimento, sino una experiencia. Disfrutarlo con calma y en buena compañía convierte cada loncha en un momento especial que rinde homenaje a la tradición de Aracena.